¿Qué es el edema óseo? causas y tratamiento

El edema óseo, o lesión medular del hueso, es un término que puede haber encontrado en un informe de resonancia magnética y que suele verse en lesiones traumáticas o en condiciones inflamatorias, pero puede tener muchas otras causas.

¿Qué es el edema óseo?

El edema óseo es un hallazgo común en los estudios de resonancia magnética. El síntoma principal que lleva a la resonancia es el dolor, pero en algunos pacientes también puede encontrarse incidentalmente y ser asintomático.

Edema es un término médico que describe la hinchazón debida a la acumulación de líquidos. Sin embargo, en el caso del edema óseo, el término no refleja necesariamente su definición: esto se debe a que las IRM tienen diferentes configuraciones posibles, llamadas secuencias, que dan lugar a diferentes imágenes del mismo tejido; algunas de esas configuraciones se denominan secuencias sensibles a los fluidos y el edema óseo suele verse en ellas, por lo que cuando se describió por primera vez se pensó que era una acumulación de fluidos en la médula ósea. Más tarde, al analizar los tejidos con más detenimiento, descubrieron que otras causas distintas a la acumulación de líquido son capaces de crear una señal similar a la del edema con una RMN. La inflamación, por ejemplo, aumenta el flujo sanguíneo en la zona afectada, por lo que incrementa el contenido de agua y muestra la señal de RMN característica.

Por este motivo, últimamente se utilizan preferentemente los términos «lesión de la médula ósea» y «lesión similar a un edema óseo» en el idioma inglés.

¿Cómo se diagnostica el edema óseo?

El edema óseo no es un diagnóstico, es un signo y un hallazgo en las resonancias magnéticas.

El TAC también puede detectar potencialmente el edema óseo, pero su sensibilidad y especificidad son bajas en comparación con la RMN.

Las radiografías, la ecografía y la gammagrafía esquelética no detectan el edema óseo.

¿Cómo se investiga el edema óseo?

Aunque los exámenes de diagnóstico por imagen distintos de la RMN no pueden demostrar la existencia de un edema óseo, pueden ayudar a investigar la causa subyacente y se utilizan habitualmente en el diagnóstico diferencial. Además, la propia resonancia magnética proporcionará mucha más información que la mera detección del edema y puede ayudar a excluir varias afecciones.

El primer paso para diagnosticar la causa es la consulta con su médico de cabecera. La visita incluirá:

  • Preguntar sobre sus síntomas.
  • Preguntar sobre su historial médico, para comprobar las posibles afecciones causantes de sus síntomas.
  • Examen físico para comprobar si hay signos localizados, como hinchazón, enrojecimiento, calor o dolor.
  • Comprobación de las constantes vitales, como la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal.

En función de los resultados, su médico de cabecera puede prescribirle otras pruebas, como las siguientes

  • Recuento sanguíneo completo
  • Marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG)
  • Artrocentesis con análisis del líquido sinovial.
  • TAC u otra técnica de diagnóstico por imagen.
  • En algunos casos, también se puede solicitar una biopsia ósea.

En cualquier momento, dependiendo del hallazgo y de la sospecha diagnóstica, puede ser remitido a un especialista, como un cirujano ortopédico, un reumatólogo o un oncólogo.

¿Cuáles son las causas del edema óseo?

Hay muchas causas posibles de edema óseo.

  • Traumatismos. Comúnmente visto en fracturas, contusiones o después de cirugías.
  • Sepsis. Se observa en la osteomielitis y la artritis séptica.
  • Inflamación. En artritis, espondilitis, entesitis.
  • Degeneración. En la artrosis, la tendinopatía, las lesiones condrales.
  • Cáncer. Tanto en tumores óseos primarios como metastásicos, benignos o malignos.
  • Iatrogenia. Debido a cirugías, radioterapia, medicamentos u otras terapias médicas.

Otras posibles causas son la osteoporosis, la artropatía de Charcot y la isquemia con necrosis ósea.

Cuando no hay una causa evidente, se denomina síndrome de edema óseo («bone marrow edema syndrome»).

¿Qué tipos de edema óseo existen?

El edema óseo ( EO) puede clasificarse de diferentes maneras, como por su causa, por la parte del cuerpo, por la localización dentro de la parte del cuerpo o por el tipo de señal de RMN registrada.

Aunque puede afectar a cualquier hueso, se observa con mayor frecuencia en las extremidades inferiores.

Los tipos más comunes de edema óseo por distrito corporal son

  • Edema oseo del pie
  • EO de cadera
  • Edema oseo de rodilla
  • EO del dedo gordo del pie
  • EO de columna vertebral
  • EO de tobillo
  • EO de calcáneo
  • Eo del Hombro

El informe de la RMN también puede contener términos descriptivos que pueden ayudar a acotar el diagnóstico.

Por su localización dentro de un hueso, el edema óseo puede ser

  • Subcondral, cuando se localiza en la parte del hueso que está justo debajo del cartílago en una articulación.
  • Endplate, la parte plana y esponjosa de la vértebra que se encuentra entre su cuerpo y el disco cartilaginoso.
  • Periarticular, significa literalmente alrededor de la articulación; es la parte del hueso que interviene en la articulación.
  • Subcortical. Cuando se encuentra debajo del tejido óseo cortical (compacto y duro).
  • Subenthesal, cuando se localiza en el punto de conexión entre un ligamento o tendón y el hueso.

Por el tipo de señal de la RM, el edema óseo puede ser

  • Focal
  • Parcheado
  • Difuso
  • Extenso
  • Reactivo
  • Sutil

¿Qué es el síndrome de edema óseo?

El síndrome de edema óseo, también conocido como EO primario, es una enfermedad de causa desconocida. Generalmente se resuelve por sí mismo, sin necesidad de tratamiento, en un plazo de 3 a 12 meses. El síntoma principal es el dolor, sin evidencia de traumatismos o patologías subyacentes; el síndrome de edema óseo afecta principalmente a la cadera o a la rodilla y, por lo general, puede tratarse con analgésicos y reposo de la parte del cuerpo afectada.

Tratamiento del edema óseo

El tratamiento del edema de médula ósea depende de la causa de este signo. La mayoría de las veces el edema óseo se trata de forma conservadora. Se puede prescribir reposo, fisioterapia, analgésicos o antiinflamatorios.

Otros tratamientos posibles son

  • Bifosfonatos
  • Inyecciones de glucocorticoides
  • Inyecciones de PRP

En los casos más graves y como último recurso, se puede aconsejar la descompresión quirúrgica del núcleo con inserción de material de injerto óseo, cemento de hidroxiapatita o inyección de células madre de médula ósea autóloga.

Tiempo de recuperación

El tiempo de recuperación dependerá de la causa subyacente. A menudo se resuelve completamente sin síntomas residuales en un plazo de 3 a 12 meses. Su médico podrá informarle más sobre el tiempo de recuperación en función de sus síntomas específicos, las condiciones subyacentes y la causa del edema óseo.

Referencias

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