Picazón y colestasis del embarazo – Síntomas y diagnóstico

El picor es un síntoma muy común que nos afecta a casi todos a diario.

Cuando el picor, también conocido como prurito, comienza durante el embarazo, puede ser persistente y durar algunas semanas o meses.

Si el picor no está relacionado con el embarazo, consulta mi otro artículo sobre el prurito para saber más sobre las posibles causas y remedios.

pregnant woman after intercourse in fertility window period

¿Por qué pica la piel durante el embarazo?

Hay muchas causas posibles para el picor desarrollado durante el embarazo:

  1. Estiramiento de la piel.
  2. Cambios hormonales sin elevación de los ácidos biliares en sangre.
  3. Colestasis del embarazo.

Otras causas posibles son, entre otras, la piel seca (xerosis), las reacciones alérgicas, las afecciones dermatológicas (dermatosis) y las enfermedades hepáticas.

Picor en el vientre durante el embarazo

El picor en el vientre puede deberse simplemente a que la piel y los tejidos que hay debajo se estiran, estimulando los receptores y las terminaciones nerviosas. La piel también se reseca, pero esto se resuelve fácilmente aplicando una crema hidratante en el vientre a diario y evitando los jabones y productos que resecan. La sequedad de la piel también puede deberse a la deshidratación, pero en ese caso el picor no se limitaría sólo al vientre.

Cambios hormonales y prurito sin elevación de los ácidos biliares séricos

Los cambios hormonales durante el embarazo provocan cambios en la piel en alrededor del 90% de las mujeres, de las cuales el 20% experimenta prurito. Las hormonas suelen afectar también a la pigmentación de la piel, provocando manchas más oscuras conocidas como melasma o cloasma, oscurecimiento de los genitales y las axilas, oscurecimiento de la areola alrededor de los pezones y oscurecimiento de la línea alba del vientre; también puede haber crecimiento del vello corporal.

Cuando está causado por cambios hormonales sin evidencia de colestasis, el prurito suele comenzar alrededor del tercer trimestre, cuando las hormonas están en su máxima concentración, y termina en el momento del parto, aunque también puede tener un inicio más precoz.

Colestasis del embarazo y picores

La colestasis intrahepática del embarazo es una afección de causas poco claras, probablemente debidas a las hormonas y a la genética; se caracteriza por la acumulación de bilis en el hígado que acaba provocando un aumento de los niveles de ácidos biliares en sangre. La bilis es un producto de desecho producido por el hígado que transita por la vesícula biliar y termina en el intestino delgado ayudando a la digestión de las grasas. El aumento de los ácidos biliares en la sangre provoca el picor sin sarpullido, mientras que el color amarillento de la piel y los ojos amarillos pueden estar presentes cuando los niveles de bilirrubina también están elevados. También puede haber heces de color arcilla.

El picor suele empezar después de la semana 28, en el tercer trimestre. La mayoría de las pacientes se quejan de picor en las manos y los pies, pero también puede extenderse a los brazos y las piernas; durante la noche, con menos distracciones, puede percibirse como más grave y causar problemas para conciliar el sueño. No hay sarpullido, pero al rascarse puede producirse un enrojecimiento y si se rasca demasiado a menudo y con demasiada fuerza pueden desarrollarse algunas lesiones.

La colestasis del embarazo es una condición poco común, con una ocurrencia de alrededor de 1-5 casos cada 1.000 embarazos en la población general; en la población sudamericana la ocurrencia puede ser tan alta como el 15%.

Cuando se diagnostica la colestasis durante el embarazo es importante vigilarla y tratarla porque se asocia a mayores riesgos para el feto.

Tras el parto, el picor se resuelve rápidamente en los primeros días, mientras que la ictericia y la elevación de los ácidos biliares pueden tardar hasta 4-6 semanas en normalizarse.

¿Cómo se diagnostica la causa del picor durante el embarazo?

El primer paso para cualquier diagnóstico es la consulta médica. El especialista le tomará los antecedentes familiares y médicos que ya pueden dar información útil sobre la posible causa. Normalmente se incluye un examen físico para comprobar si hay anomalías en la piel que puedan indicar afecciones dermatológicas, reacciones alérgicas, respuesta a irritantes u otras causas.

Para descartar o confirmar la colestasis del embarazo, el médico puede prescribir algunos análisis de sangre:

  • Prueba de función hepática o panel hepático. Puede incluir los niveles séricos de bilirrubina, albúmina, AST (GOT) y ALT (GPT).
  • Prueba de ácidos biliares en suero. Puede incluir los niveles de ácidos biliares totales y de los ácidos individuales, como el ácido cólico, el ácido desoxicólico y el ácido quenodesoxicólico.
  • Prueba de hepatitis viral.
  • Prueba del virus de Epstein-Barr.
  • Prueba del citomegalovirus.

También se puede prescribir una ecografía para comprobar si hay anomalías en el hígado o cálculos biliares.

Diagnóstico y tratamiento de la colestasis del embarazo

Se sospecha de colestasis en mujeres embarazadas cuando se presenta prurito sin ninguna erupción cutánea, además de la que puede ser causada por la respuesta de rascado al prurito. Los niveles elevados de ácidos biliares en sangre son el principal indicador (> 10 umol/L). Hasta el 60% tiene resultados anormales de AST y ALT, mientras que alrededor del 20% tiene una bilirrubina sérica elevada. La ictericia, o piel amarillenta, puede estar presente y es causada por la hiperbilirrubinemia.

Cuando se diagnostica la colestasis del embarazo, el tratamiento está indicado para minimizar el riesgo de complicaciones para el feto, que incluyen parto prematuro, bajo peso al nacer, sufrimiento fetal y, en casos raros, incluso la muerte.

El ácido ursodesoxicólico (AUDC) es el tratamiento de primera línea. Se trata de un medicamento oral que reduce los niveles de ácido biliar y es eficaz para tratar el picor; suele iniciarse con 300 mg dos veces al día, pero puede aumentarse a 600 mg si los síntomas persisten. También pueden utilizarse antihistamínicos y esteroides para tratar el prurito, pero normalmente no son necesarios.

Se puede aconsejar un parto prematuro, que se inducirá alrededor de la semana 37-38, dependiendo del desarrollo del feto.

Si experimenta un picor persistente y generalizado durante el embarazo, es importante que informe a su proveedor de atención médica: le aconsejará sobre todas las posibles causas, los remedios caseros y, en caso de que estén indicados, programará pruebas y tratamientos adicionales.

Referencias

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