El plasma rico en plaquetas (PRP) es un biomaterial derivado de nuestra propia sangre que es rico en plaquetas y en otras moléculas bioactivas. Se mencionó por primera vez en la literatura médica en la década de 1950 y su potencial terapéutico se descubrió en la década de 1960.
Las plaquetas son células diminutas que se encuentran en la sangre y que participan en la coagulación. Un recuento normal de plaquetas suele ser de entre 150.000-450.000 / μL de sangre y su vida útil es de sólo 7 a 10 días de media; constituyen alrededor del 0,15% del volumen total de la sangre y también contienen varios gránulos que albergan una amplia gama de factores de crecimiento y moléculas bioactivas en su interior: cuando las plaquetas se activan, liberan dichos gránulos y su contenido en los tejidos circundantes. Las plaquetas no sólo detienen la hemorragia cuando nos lesionamos, sino que también controlan el proceso de curación liberando el contenido de sus gránulos, como los factores de crecimiento, en los tejidos lesionados.
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¿Qué son los factores de crecimiento del plasma rico en plaquetas (PRP)?
Los factores de crecimiento son proteínas que estimulan el crecimiento celular, la diferenciación celular, la migración celular al lugar de la lesión y la angiogénesis (la formación de nuevos vasos sanguíneos); algunas de las células a las que se dirigen los factores de crecimiento son las:
- Células endoteliales, que formarán nuevos vasos sanguíneos que llevarán más oxígeno y nutrientes a los tejidos en curación
- Los fibroblastos, que producen la matriz extracelular en la que se asientan las células y que producen proteínas como el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico.
- Los osteoblastos, que forman el tejido óseo
- Condroblastos, que forman el cartílago
- Células madre mesenquimales (MSC), que son células indiferenciadas multipotentes que pueden convertirse en una amplia gama de células especializadas, incluidas las que constituyen el tejido óseo, cartilaginoso, muscular y graso.
Algunos de los factores de crecimiento regulan la vida de las proteínas del tejido conectivo, como el colágeno. En general, su labor sinérgica es fundamental e impulsa los procesos de cicatrización de heridas y reparación de tejidos.
Los siguientes son algunos de los factores de crecimiento liberados por las plaquetas:
- Factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF-A y PDGF-B)
- Factor de crecimiento transformante beta (TGF-beta)
- Factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF)
- Factor de crecimiento epidérmico (EGF)
- Factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF)
- Factor de crecimiento del tejido conectivo (CTGF)
- Factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1 e IGF-2)
- Factor de crecimiento de las células endoteliales (ECGF)
- Factor de necrosis tumoral (TNF)
¿Qué otras moléculas bioactivas se encuentran en el PRP?
Los gránulos de las plaquetas y la fracción plasmática de la sangre también añaden más moléculas bioactivas aparte de los factores de crecimiento que se inyectan en la zona de tratamiento. Bioactivo significa que el compuesto ejerce un efecto documentado sobre las células, los tejidos o los organismos vivos. Entre las muchas sustancias que se encuentran en el cóctel de PRP hay:
- Moléculas de señalización capaces de reducir la respuesta inflamatoria de los glóbulos blancos.
- Compuestos antimicrobianos que tienen efecto contra algunas cepas de bacterias y hongos.
- ADP, ATP, vitaminas y electrolitos como cloruro, sodio, potasio, calcio y magnesio.
- Hormonas como ACTH, tiroxina, HGH, estrógenos y andrógenos.
- Factores de coagulación
- Aminas bioactivas como la serotonina y la histamina
Hay cientos, si no miles, de proteínas diferentes: tantas que actualmente ni siquiera las conocemos todas ni sabemos exactamente cómo interactúan entre sí y con nuestros tejidos, lo que aumenta la complejidad del PRP y su comprensión.
Métodos de preparación del PRP
El protocolo de preparación del PRP varía en función de las herramientas utilizadas por el médico y del producto final que se pretende obtener. Existen docenas de kits de preparación de diferentes fabricantes que producen una amplia gama de resultados tras el procesamiento de la muestra de sangre; si bien estos kits facilitan la preparación del PRP y permiten obtener resultados consistentes, también aumentan los costes para el médico y para el paciente. Para que sea sencillo y no sea específico de ningún fabricante de kits, describiré la preparación del PRP sin entrar en demasiados detalles.
En primer lugar, se extrae sangre del paciente. Se trata de un procedimiento rápido y casi indoloro, como cuando se extrae sangre para un análisis de sangre rutinario mediante venopunción. El volumen de sangre que se extrae puede variar en función de muchos factores, incluido el tratamiento que busca el paciente, pero generalmente es muy bajo y no causará ningún efecto secundario, complicación o tiempo de inactividad.
A continuación, la sangre se transfiere a tubos de ensayo con un anticoagulante para evitar la coagulación. Los tubos se colocan dentro de una centrifugadora y se hacen girar a una determinada velocidad durante un tiempo determinado, factores que varían en función del protocolo que se siga. Al tener un peso diferente, todos los componentes de la sangre se separan y estratifican en 3 capas principales: la capa roja del fondo está formada principalmente por glóbulos rojos y se desecha, la «capa buffy» del medio contiene principalmente glóbulos blancos y plaquetas, y la capa amarilla superior es el plasma. La capa media y la superior se extraen del tubo con una jeringa y pueden inyectarse en los tejidos. A veces, tras descartar la capa de glóbulos rojos, la muestra se somete a un segundo centrifugado para afinarla y concentrarla; otros protocolos emplean un método de activación para aumentar la concentración de factores de crecimiento en la muestra.
El PRP es eficaz cuando la concentración de plaquetas en la jeringa es al menos 1,5 veces la de las plaquetas de la muestra original (sangre). Cuando la concentración se incrementa entre 1,5 y 8 veces, el efecto sobre los tejidos parece ser el mismo, mientras que cuanto más se concentra, más difícil es preparar el PRP. Cuando la concentración es 8 veces la de la sangre o superior, entonces el efecto del PRP parece cambiar y producir una estimulación más intensa de las células madre de los tejidos, lo que a su vez aumenta el nivel de regeneración y la eficacia del tratamiento.
Diferentes formas de PRP
En función del método de preparación y de la porción de sangre extraída tras el proceso de centrifugación, el consenso actual divide los productos concentrados de plaquetas en 4 categorías principales:
- PRP rico en leucocitos (L-PRP)
- PRP pobre en leucocitos (LP-PRP o P-PRP)
- PRF rico en leucocitos (L-PRF)
- PRF pobre en leucocitos (LP-PRF o P-PRF)
Se han propuesto muchas más categorías, pero no las mencionaré en este artículo para simplificar.
¿Qué es la activación de PRP?
La activación de PRP es una técnica que estimula la liberación de factores de crecimiento de los gránulos de las plaquetas a través de uno de los muchos métodos diferentes. Esto ocurre de forma natural cuando nos lesionamos y las plaquetas en la sangre se encuentran con una variedad de moléculas naturales en los tejidos como el colágeno.
El método más común para preliberar los factores de crecimiento es la activación con la adición de un 10% de cloruro de calcio (CaCl2) al PRP después de la centrifugación, pero existen muchos métodos diferentes, como los ciclos de congelación y descongelación y la sonicación, que es el uso de ultrasonidos para alterar la membrana de las plaquetas.
Plasma rico en plaquetas (PRP) comparado con la fibrina rica en plaquetas (PRF)
La fibrina rica en plaquetas es una segunda generación de PRP desarrollada en 2001. Es importante señalar que el hecho de ser una versión más reciente de PRP no la hace necesariamente mejor: el uso de PRP o PRF tiene ventajas y desventajas en ambos casos y, aunque se conocen algunas de las diferencias en su mecanismo de acción, aún se desconoce si uno es superior al otro.
La principal diferencia y ventaja del PRF es que no sólo es más fácil de preparar, sino también más barato y rápido en comparación con el PRP.
Una segunda diferencia es que, a diferencia del PRP, la fibrina rica en plaquetas se prepara centrifugando la sangre completa sin añadir ningún anticoagulante a los viales: de esta forma, se forma una sustancia similar a un gel que se conoce como matriz de fibrina. Fisiológicamente, cuando nos lesionamos, esto es lo que ocurre en los tejidos y la matriz de fibrina sirve de andamio para células como los fibroblastos y para las células madre mesenquimales que se reclutan en el lugar de la lesión.
Otra diferencia considerable es el plazo en el que se liberan los factores de crecimiento en la zona de tratamiento: con el PRP, los factores de crecimiento se liberan inmediatamente con una liberación de alto nivel a los 15 minutos que se mantiene durante las primeras 8 horas tras la inyección y niveles más bajos desde las 8 horas hasta los 10 días; con el PRF, la liberación de factores de crecimiento es más lenta, con niveles bajos en las primeras 8 horas y niveles más altos durante los siguientes 10 días. Además, el PRF parece liberar más factores de crecimiento en total durante el periodo de 10 días en comparación con el PRP. Todavía no está claro si este hallazgo hace que uno sea mejor que el otro, pero puede sugerir diferentes aplicaciones para los dos preparados de concentrados de plaquetas.
Por último, también parece haber una diferencia en la concentración de los distintos factores de crecimiento a partir de la misma muestra de sangre al preparar el PRP o el PRF.
Factores que influyen en la eficacia del plasma rico en plaquetas (PRP)
Hay muchos factores que influyen en la eficacia del tratamiento con PRP. Las plaquetas se encuentran en la sangre en una concentración normal de entre 150.000 y 450.000 plaquetas por μL; esta sola noción ya muestra que algunos sujetos fisiológicamente pueden tener 3 veces más plaquetas que otros. Otros factores que varían de un paciente a otro son:
- La edad. A mayor edad, el PRP es menos potente debido a las menores concentraciones de factores de crecimiento.
- El sexo. La población femenina parece tener mayores concentraciones de factores de crecimiento que la masculina.
- La dieta.
- Niveles de estrés y ritmos de sueño.
- Consumo de tabaco, alcohol y drogas.
- Uso de medicamentos.
- Historial médico y condiciones subyacentes.
La ausencia de un protocolo de preparación estandarizado significa que los diferentes kits, los diferentes tiempos de centrifugado, la diferente velocidad de centrifugado (fuerza gravitacional o Gs), los diferentes anticoagulantes, los diferentes métodos de activación y la diferente fracción de sangre y PRP recogidos afectarán al producto final.
Los diferentes protocolos de tratamiento, como el número de tratamientos, la profundidad de la inyección, la cantidad inyectada y el intervalo de tiempo entre las sesiones también influyen en los resultados finales.
Efectos secundarios y complicaciones del tratamiento con PRP
Dado que el PRP es un producto de nuestro propio organismo, el riesgo de una reacción alérgica es casi inexistente, con sólo un par de casos reportados en la literatura médica. En general, el plasma rico en plaquetas se considera muy seguro y la mayoría de los efectos secundarios se deben a la inyección de PRP en los tejidos para proporcionar el tratamiento, como hemorragias, dolor, hinchazón, daños en los tejidos, infecciones y lesiones nerviosas.
El dolor y los hematomas en el lugar de la inyección son las complicaciones más comunes que pueden aparecer y se resuelven en pocos días sin necesidad de tratamiento, mientras que las complicaciones más graves son muy raras.
Preparación del paciente antes del tratamiento con PRP
Para optimizar la eficacia del tratamiento, el paciente debe seguir un estilo de vida saludable que incluya dieta, ejercicio, evitar las drogas, el tabaco y el alcohol, reducir el estrés y tener unos ritmos de sueño adecuados. Además, varios autores sugieren evitar los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) una semana antes y unos días después del tratamiento, ya que uno de sus efectos es la inhibición de la función plaquetaria, lo que podría disminuir la eficacia del tratamiento. Para más información sobre lo que debe o no debe hacer antes y después del tratamiento, consulte siempre a su especialista.
Aplicaciones actuales del plasma rico en plaquetas (PRP) en la medicina regenerativa
El PRP es un tratamiento muy prometedor en varios campos de la medicina. Entre las muchas aplicaciones actuales del plasma rico en plaquetas se encuentran:
- En dermatología, para tratar cicatrices, melasma, para el rejuvenecimiento de la piel y para tratar la caída del cabello.
- En cirugía maxilofacial y dental para injertos óseos, implantes dentales y volumen óseo insuficiente.
- En ortopedia, para tratar la artrosis (OA), las lesiones tendinosas, ligamentosas, musculares y articulares y patologías inflamatorias como la tendinitis.
- Tratamiento de la infertilidad en mujeres, para la infertilidad asociada al endometrio y a los ovarios, y para aumentar la tasa de implantación en mujeres sometidas a TRA (tecnologías de reproducción asistida como la FIV).
- Ginecología estética, para el rejuvenecimiento vaginal y el tratamiento con g-shot.
- Procedimientos de cirugía plástica estética, para aumentar la supervivencia de las células grasas en los injertos de grasa.
El PRP se emplea también en el ámbito de los traumatismos para la cicatrización de heridas en tejidos blandos y duros, para mejorar la cicatrización postquirúrgica y para tratar heridas crónicas como las úlceras.
El PRP es un cóctel muy complejo de moléculas y se necesitará más tiempo e investigación para comprender plenamente su mecanismo de acción, los mejores métodos de preparación y las aplicaciones en el ámbito médico.
Al margen de los numerosos retos y de la ausencia de un consenso sobre los protocolos de tratamiento, parece mostrar su eficacia en una gran variedad de campos.
Referencias
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